La ilustración es de Ramón Debón. Imagen registrada.
Mis pacientes me han inoculado una enfermedad. Me ha entrado un VIRUS CREATIVO y no sé qué hacer con él. La verdad es que me sienta muy bien, así que no creo que vaya al médico a medicarme. Quizá tome gotas homeopáticas o flores de Bach, pues me han dicho que son muy buenas y sirven para un montón de cosas.

Y para que quede constancia de mis actos compulsivo-creativos, recopilo aquí mi humilde producción.

3 comentarios:

Anónimo dijo...
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Rayuela dijo...

Siempre me han gustado las manualidades, inventar cositas, hacer y deshacer mil veces sólo por el placer de trabajar con las manos.

A veces me lo pide el cuerpo. En estos últimos tiempos, que necesito tanta calma y aplacar los nervios, me he concentrado en ello. Ya he tejido tres bufandas (intentado varias más), dos amigurumis, anillos, animales con abalorios...

¡Éste sí que es un virus deseable!

Besotes fuertes.

Tacirupeca Jarro dijo...

Hola guapa! Gracias por visitar mi otro y yo!
Eres una fuente de creatividad... y es verdad que crear es tan terapéutico, ayuda tanto!

Gracias por enseñarme lo que es un amigurumi. Y ahora que lo sé me vuelves a sorprender diciéndome que tejes amigurumis.

Un beso bien fuerte, Rayuela